jueves, diciembre 28, 2006
Colombia
En Septiembre pasado pudimos hacer realidad uno de nuestros sueños: ir a Colombia con Gabriela. El dos de Septiembre Gabriela se montó por primera vez en un avión para empezar nuestro largo camino a la madre patria. La nena se portó de mil maravillas, no tuvimos ningún problema con los oidos y a ella le gustó tanto que no se durmió en ningún momento. La primera parada, Miami. Ahí nos encontramos con la tia Pilarica y la prima Adriana. Pasamos un rato muy sabroso juntos mientras esperábamos el siguiente vuelo. Gabriela estuvo igual de juiciosa en su segundo avión. Después casi 12 horas de haber salido de la casa finalmente llegamos a Bogota, paecía increible que estuvieramos ahí con nuestra chiquita.
El encuentro con los abuelos fue inolvidable, todos con mucho cuidadito para no abrumar la chiquita pero con unas ganas incontenibles de abrazarla y besarla. Después de un ratico de "aclimatamiento" la nena ya era dueña de su nuevo entorno. Estaba feliz camniando por toda la casa de los viejos Beltrán, conociendo todo y recibiendo el pechiche de sus abuelitos. De ahí en adelante Gabriela estuvo en su salsa, como si hubiera vivido en Colombia toda su vida. Comió muy bien, durmió como un angelito y se gozó a toda su familia y su Colombia.
Después de pasar unos días deliciosos en Bogota sin mucho turismo pero con una buena dosis de vida familiar, justo lo que queríamos para la piruchis, armamos maletas otra vez y nos fuimos a Cali para que Gabriela conociera a su bisabuelita. Parecía mentira ver a nuestra hijita adorada en brazos de esa viejita hermosa de pelo blanco. Estoy seguro que Gabriela entendió y absorbió la importancia de ese encuentro, y de alguna manera que no podemos entender mi nenita recibió uno de los regalos mas importantes de su vida, la sabiduría y el amor de su bisabuela. Todos los días le pido a Dios para que nos de la oportunidad de reunirlas otra vez.
Como en Bogotá Gabriela estuvo feliz en Cali. Disfrutó de absolutamente TODO, hasta el calor se lo gozó jugando medio empelotica con agua en el patio de su bisabuelita. Nosotros también disfrutamos todo especialmente LA FAMILIA que es una delicia. Hicimos una reunión para que Gabriela conociera a todos sus primas, primos, tias y tios. Ella jugó con todos y cada uno hasta que se fueron. Se nota que a mi nena le gusta estar en familia. A mi me tocó además un bono especial porque tuve el placer de manejar de Bogotá a Cali y de regreso. Me gocé profundamente todo el paseo, absorbiendo al máximo los paisajes, la gente y todo lo que podía de mi adorada Colombia.
La semana en el calorcito de Cali estuvo de pelos pero teníamos que regresar a Bogotá a cumplir otro de nuestros objetivos en este viaje, bautizar a Gabriela. Todo estaba preparado para la ceremonia en la iglesia de la parroquia de la casa de los abuelitos Beltrán. La nena se portó muy bien, recibió a Diosito muy atenta. Después de la ceremonia tuvimos otra reunión familiar con la manada de Bogotá. La chiquita estuvo igual de contenta con todos los asistentes. Después del bautizo seguimos disfrutando de nuestra estadía en Bogotá. A pesar de que a mí me tocó trabajar la pasamos delicioso y antes de que nos dieramos cuenta ya teniamos que emprender el regreso a Washington.
El viaje fue todo un sueño hecho realidad. Desde ya estamos pensando en el día en que regresemos una vez más a la tierra madre, Colombia.
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